Prof. Dr. DANIEL GAMPER

Que la libertad de expresión sea un derecho fundamental no resuelve los conflictos que se suscitan a propósito de ella. Para comprender las limitaciones a las que se ve sometida en la actualidad, así como el papel relevante que tiene en las discusiones públicas, es necesario analizarla en sus circunstancias concretas. Uno de los focos de notoriedad de la libertad de expresión son las ofensas por motivos religiosos, en concreto, las que van dirigidas a religiones minoritarias en el contexto europeo. Desde las caricaturas del profeta Mohammed publicadas en un periódico danés en 2005 y republicadas posteriormente por otros periódicos en todo el mundo, la opinión pública sobre la libertad de expresión está vinculada a la existencia de la violencia terrorista. Para seguir valorando este principio fundamental de los órdenes constitucionales y eje imprescindible sobre el cual debe girar la democracia es necesario recuperar el sentido de la libre expresión más allá de su uso con fines de provocación o de burla. La libertad artística tiende a superar el límite a lo que se puede decir, expresar o representar, límites que le vienen impuestos por las convenciones sociales, el buen gusto, y la protección de los derechos de los individuos. Sin esta tensión, la libertad artística pierde su razón de ser y algo semejante se puede decir de la libertad de expresión, que no se puede estabilizar y tiende esencialmente a la subversión de lo establecido.